* Descubriendo los cielos
Con suma emoción se publicó el descubrimiento de la NASA en plena pandemia: En la Luna hay agua molecular (H20). Por lo visto se trata de un tipo de agua congelada. Hablan de posibles reservas de hielo en las llamadas ‘trampas frías’. Ya se puede medir la radiación espacial exacta por los datos de la cara oculta de la Luna. Se abre la posibilidad de establecer futuras bases lunares. Aún no se puede confirmar si esa agua es fácilmente accesible y pueda emplearse como recurso. Son misiones para el próximo programa “Artemisa” que encierra otra gran novedad: Irá la primera mujer a la Luna, junto a un hombre en 2024. Y se sueña con establecer una presencia humana estable para finales de la década, como punto previo a la exploración de Marte.
Al oír las novedades del agua en la luna y que por fin va la primera mujer, alguien bromeó: ¿Irá para comprobar si esa agua sirve para cocinar, lavar y fregar…?
Mientras tanto, aquí abajo en la Tierra, seguimos reclamando que el agua es un derecho humano y no un negocio. La falta de agua potable causa más de 500 mil muertes al año. Cada 90 segundos un niño muere por enfermedades relacionadas con la falta de agua potable.
* Llamarle por su nombre
Es normal que nuestra preocupación se centre en los problemas cotidianos y cercanos. Otras noticias y problemas mundiales parecen ‘desbordarnos’, estar ‘fuera de nuestro alcance’,…
“El hambre continúa expandiéndose año a año, cada día mueren 24.000 personas de hambre y por causas relacionadas con la desnutrición son 100.000; 8.500 son menores, lo que da un total de 35 millones de muertes al año”, expresó Jean Ziegler, consultor de organismos internacionales.
Según Oxfam, el tema se empeora con la epidemia y, a finales de este año, el COVID-19 puede causar más muertes por hambre al día (12.000) que por la enfermedad.
“Cuando según datos de la FAO en el mundo se producen alimentos para alimentar a 12.000 millones de personas (…), cada niño que muere de hambre es un asesinato”. (Ziegler)
Tal vez las cifras nos aturden, pero sí podremos llamar asesinato a lo que es un asesinato.
* “La felicidad tiene un color”
Eso dice un anuncio de Coca-cola. Otros anuncios de la marca. Una joven melosa recostada en la mesa junto a una botella: ‘Saborea el sentimiento’. Papa Noel bebiendo coca cola: ‘Juntos hacemos magia’. Un grupo de jóvenes bebiendo coca cola: ‘Estamos más cerca de lo que creemos’. Una pareja joven medio abrazados y una coca cola en medio: ‘Cada día te quiero más’. No puede ser más tierna la publicidad de Coca-cola. Incluso intentaron mostrar su rostro ecológico lanzando unas botellas hechas con plástico recogido de los océanos. Tan sólo fueron 300 insignificantes botellas y con el 25% de plástico recuperado. Pero nada puede tapar que Coca-Cola lleva muchos años siendo la marca que más contamina el planeta con sus plásticos. 300.000 botellas de plástico salen cada hora de su fábrica de Austria. Y dicen que seguirán fabricando botellas de plástico de un solo uso ‘porque sus consumidores quieren usarlas’.
¿También quieren usarlas las tortugas, ballenas y aves marinas que mueren por ese plástico?
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