
Nada tienen que ver los acontecimientos y proyectos sociales con los fríos calendarios de papel, la vida es un desafío candente sobre nuestras conciencias, un frente cotidiano de retos. La pena, como diría León Felipe, es que se repitan las mismas cosas, las mismas piedras, los mismos tropiezos…
¿Quién lee diez siglos en la Historia y no la cierra
al ver las mismas cosas siempre con distinta fecha?
Los mismos hombres, las mismas guerras,
los mismos tiranos, las mismas cadenas,
los mismos farsantes, las mismas sectas
y los mismos poetas.
¡Qué pena, que sea así todo siempre,
siempre de la misma manera!
Según los calendarios, comenzó el año 2017 de nuestra era. Según los informes estadísticos el nivel de desarrollo aumentó a nivel global. Según la realidad, se embruteció el desordenado Orden Establecido.
* La Agencia de la ONU para Refugiados (ACNUR) informa: “el número total de inmigrantes fallecidos en las aguas del Mediterráneo en 2016 ha sobrepasado los 5.000, lo que supone un incremento del 25% respecto al año pasado, una cifra récord jamás vista. Cada día han muerto de media 14 personas en el Mediterráneo, se trata de una grave emergencia humanitaria. Probablemente el número sea mayor, ya que hay cientos de naufragios nunca detectados por las autoridades costeras”. ¡Muchas gracias por la información! ¿Eso es todo lo que la ONU puede decir y hacer…? ¿Habrá que seguir considerando, al igual que los medios y los gobiernos del mundo, que estos naufragios son meros “incidentes”? O mejor, ¿Habrá que pensar que la ONU es una organización fallida?
* En junio/2016 se celebró en Estambul la Cumbre Humanitaria Mundial, con el objetivo de ‘alertar a la conciencia del mundo sobre la creciente crisis humanitaria’. Autoridades de 173 países, entre ellos 55 jefes de estado y de gobierno, prometieron dar más de sí para ayudar a los 130 millones de personas que padecen los conflictos y los desastres naturales. Pero no se consiguieron los fondos necesarios para aliviar la dramática situación. Es más, el tema del sufrimiento humano sin precedentes que soporta la población del planeta no fue lo suficientemente atractivo e interesante para los líderes del G7 (los 7 países más ricos del mundo) ni para los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (los 5 países más poderosos) y ninguno de ellos acudió a la Cumbre.
El secretario general de la ONU Ban Ki Moon señaló que “los recursos necesarios para salvar la vida de decenas de millones de seres humanos representan solo el uno por ciento del gasto militar mundial…El actual 80% de los recursos humanitarios del foro mundial se gastan en crisis provocadas por los seres humanos.”.
Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego para Refugiados (NRC), dijo que “tiene esperanzas de que los gobernantes se pregunten si por lo menos pueden dejar de distribuir armas, de dar dinero a los grupos armados que sistemáticamente violan las leyes humanitarias y no bombardear hospitales y escuelas ni abusar de mujeres, niños y niñas…Faltan gobiernos que también digan que respetarán el derecho humanitario y la Convención de la ONU sobre los Refugiados, que mantendrán las fronteras abiertas y que respetarán el sacrosanto derecho de asilo…Todas las fronteras deberían estar abiertas ”.
¡Muchas gracias por tan excelentes deseos e intenciones! No les preguntaremos cuánto se gastan en organizar cada una de esas grandes Cumbres, pero ¿sirven realmente para algo? ¿Tal vez para aumentar la decepción de las organizaciones humanitarias?
* Cualquier nombre ficticio sirve para ocultar crímenes de guerra, desde la suave calificación de “conflicto” a la ofensiva denominación de “guerra humanitaria”. «Ya sean ataques aéreos en Yemen, bombas tierra-aire en Ucrania, bombas de racimo en Siria o ataques suicidas en Irak o en Turquía…, lo que está claro es que fue un año terrible en cuanto a los daños ocasionados sobre la población civil de todo el mundo», explica el ministro escocés Roger Mullin.
En su discurso de despedida en la Asamblea general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon se refirió a Siria y, además de señalar la responsabilidad del gobierno de Damasco, reprochó a las potencias por seguir alimentando la máquina de la guerra: «También ustedes tienen sangre en las manos…Hoy están presentes en este recinto representantes de gobiernos que han ignorado, financiado, participado e incluso planificado y llevado a cabo atrocidades infringidas a los civiles sirios».
¡Muchas gracias por manifestar públicamente conocidas evidencias! ¿Y qué más…? Pues las grandes potencias parecen repetir el dicho de Goethe “prefiero la injusticia al desorden”. Como si el mayor desorden en una sociedad no fuera cuando está instituida la injusticia social.
Apenas es una muestrita de nuestra actualidad. ¡Qué pena, que todo siga de la misma manera…!
Valga en estos tiempos tan modernos, año 2017, un solidario saludo y un repetido llamado al espíritu: ¡Mucho ánimo a todas las personas de buena conciencia y de buena voluntad! ¡Lo necesitamos!
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