
Nada de distracciones. Se acabó de hablar del vaso medio lleno o medio vacío. El vaso ha rebosado. Un millar de expertos de 40 países afirman que “ya no podemos evitar lo peor del calentamiento global”. Es ‘indefendible’ considerar que aún es posible limitar a 1,5ºC la subida de las temperaturas en el planeta para prevenir los daños más severos. Si bien la ONU mantiene que ‘cada fracción de grado que se contenga salva vidas’.
Nos lo hemos ganado a pulso con nuestras evasivas y excusas a todos los niveles. Siempre el dinero y el negocio por encima de todo, incluso de la naturaleza, la cual, harta de avisos y de quejas, se limita a susurrarnos: ¿Pero es que ustedes no se dan cuenta, no lo están viendo y sintiendo en su propia carne? ¿No advierten la destrucción llevada a cabo del planeta y de las vidas humanas que lo habitan? ¿Nadie se percata de que el planeta está siendo asesinado por los negocios y los modelos de vida actuales? ¿Por qué seres inteligentes actúan contra sus propias vidas? ¿Cómo explicar tanta locura…?
´Déjense de bromas’, dice la ciencia. Ya no valen los discursos ilusionantes de que, gracias a la tecnología y las emisiones netas cero, nos vamos a salvar. En la Cumbre del Clima del año pasado (Glasgow 2021) dominó la idea de que todavía estamos a tiempo del objetivo de contener el recalentamiento en 1,5ºC y librarnos de la cascada de daños extra por exceder ese umbral. Hoy nos dicen claramente que no es posible, que hay que aceptar el ‘fracaso’ sin paternalismos.
Y así lo reconoce el secretario general de la ONU, Antonio Guterres: “La crisis climática nos está matando. Está socavando no solo la salud de nuestro planeta, sino la salud de las personas en todo el mundo, a través de la contaminación atmosférica tóxica, la disminución de la seguridad alimentaria, los mayores riesgos de brotes de enfermedades infecciosas, el calor extremo récord, la sequía, las inundaciones y mucho más”.
¿Este tipo de mensajes provoca desánimo e inacción? Los científicos lo tienen claro y piensan que no. “Y, en todo caso, los mensajes muy positivos no han conseguido el objetivo de una acción efectiva… Tenemos que decir la verdad. La sociedad puede aceptar la realidad y nosotros debemos tratarle con dignidad y respeto”. Eso sí, no nos queda otra, “tenemos que intentar limitar como sea el calentamiento, porque cada fracción de grado cuenta, salva vidas”.
La 27 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022 (COP27), se celebra del 6 al 18 de noviembre en Sharm El Sheikh, Egipto. ¿Qué van a discutir? ¿Qué nos van a contar? ¿Qué van a prometer? Ya lo hicieron el año pasado, y el anterior, y el otro…en las otras 26 Cumbres del Clima anteriores. Disculpen los ilustres magnatarios y altos representantes, pero la población desconfía de ustedes. Ustedes reconocen la situación pero no se responsabilizan. Prometen pero no se comprometen. Firman acuerdos, pero no fijan medidas para llevarlos a cabo. Y eso suena a burla.
Los informes científicos recientes sobre el cambio climático son contundentes: “Es un momento crítico”. Los datos están al alcance de todos en los diversos medios. Estamos haciendo inhabitable al planeta y poniendo en peligro las vidas de millones de personas. Por ejemplo, el calor extremo mata ya a más de 350.000 personas cada año en el mundo.

¿Qué planeta dejaremos a nuestros nietos…?
«Si seguimos el actual curso de acción, eso tendrá consecuencias desastrosas para nuestros hijos y nietos y generaciones futuras durante miles de años» (Chris Rapley)
Pero, ¡Cambiar de modo de vida siempre es posible!
Gracias, estimado Domingo, por hacer coincidir este articulo con la Cumbre. Ojala que, en ella, algunos mandatarios se atrevan a decir que que este cruel sistema económico que padecemos, es el principal culpable de este alarmante Cambio Climático. Un sistema económico sediento de lucro y asesino de personas y Naturaleza. Basta observar como en Latinoamérica, asesinan o expulsan de sus tierras a los pueblos originarios, de la que son sus dueños desde la noche de los tiempos, para introducir a las multinacionales extractivas. Unos indígenas, que si son respetuosos con la Madre Tierra. Y un poder económico mundial y unos Medios de Comunicación que lo permiten porque no quieren denunciarlo.