Sin rodeos lo dijo: me voy p’al sur.
Quizás echa de menos su llanto. Allá se llora de alegría y de pena se llora, pero no se tragan las lágrimas por respeto o por bochorno.
Allá nunca avergüenza la pobreza, es vieja compañera y maestra de libertad. Al fin y al cabo, la apariencia sólo viste al engreído.
Lo dijo con todo respeto: me voy p’al sur.
Como que le esperan…
Dicen que por allá regalan sonrisas, muchas sonrisas.
Y regalan miradas blandas, que miran y se dejan mirar.
Y regalan escuchas…a fondo perdido.
Como si dijéramos, regalan ternura en medio de tanta carencia.
Agradecido lo dijo: me voy p’al sur.
Continuar viaje, el que quede.
Abrir las puertas y extender las manos.
Y seguir recordando amistades y esperando. Quedan celebraciones pendientes.
Nomás es un cambio de asiento: me voy p’al sur.
Un cambio de trayecto, un vestir un color nuevo.
Con su vieja costumbre de huir de los consejos sensatos.
Le encanta la gente con gracia
y quien no se queja de la mala suerte ni del cansino viento de levante.
Con libertad lo dijo: me voy p’al sur.
Y por ella, por la libertad, tan ansiada, ‘con ansia viva’, aquí y allí.
La libertad de vivir, la libertad de sobrevivir.
Así pues,… voló p’al sur.
(Otro vuelo más del mochuelo, ahora para Cádiz, y van veinte y muchos…)
Hablando de libertad, aquí va un regalito, un poema del francés Paul Eluard, escrito en 1942, cuyos versos fueron lanzados desde los aviones ingleses sobre la Francia ocupada de la época.
Con el tiempo, Gian Franco Pagliaro le puso música al poema.
YO TE NOMBRO, LIBERTAD
Por el pájaro enjaulado,
por el pez en la pecera,
por mi amigo que está preso
porque ha dicho lo que piensa.
Por las flores arrancadas,
por la hierba pisoteada,
por los árboles podados,
por los cuerpos torturados,
yo te nombro, Libertad.
Por los dientes apretados,
por la rabia contenida,
por el nudo en la garganta,
por las bocas que no cantan.
Por el beso clandestino,
por el verso censurado,
por los miles exiliados,
por los nombres prohibidos,
yo te nombro, Libertad.
Te nombro en nombre de todos,
por tu nombre verdadero,
te nombro cuando oscurece,
cuando nadie me ve.
Escribo tu nombre en las paredes de mi ciudad,
tu nombre verdadero,
tu nombre y otros nombres
que no nombro por temor.
Por la idea perseguida,
por los golpes recibidos,
por aquel que no resiste,
por aquellos que se esconden.
Por el miedo que te tienen,
por tus pasos que vigilan,
por la forma en que te atacan,
por los hijos que te matan,
yo te nombro, Libertad.
Por las tierras invadidas,
por los pueblos conquistados,
por la gente sometida,
por los hombres explotados.
Por los muertos en la hoguera,
por el justo ajusticiado,
por el héroe asesinado,
por los fuegos apagados,
yo te nombro, Libertad.
Mirada Solidaria.es
Gracias «so mochuelo» por habernos dejado disfrutar de tu calorcito en estos últimos años.
Yo también volaré p´al Sur cuando no pueda pasar sin el abrazo de tus alas.
Buen aterrizaje!!!
Bienvenido al sur, hermano
Siempre al sur… tal como se va llegando, a mano izquierda. A ver cuándo podemos volar algunos también.
UN ABRAZO.