
El 8 de Marzo, Día Internacional de la mujer trabajadora, todavía no ha podido estar controlado por el Corte Inglés. Tampoco fue esa empresa la creadora ni la promotora como hace con otros “días de…”. Supongo que la multinacional lanzará una sonrisa y dirá: “todo se andará…”.
Los orígenes hacen referencia especialmente a tres violentos acontecimientos:
* En marzo de 1857, cientos de mujeres de una fábrica de textiles de Nueva York organizaron una marcha en contra de los bajos salarios y las condiciones inhumanas de trabajo. Fueron brutalmente dispersadas por la policía y dos años después crearon su primer sindicato.
* En septiembre de 1909, 20.000 costureras industriales se manifestaron en Nueva York bajo el lema “Pan y Rosas”, en el que el pan simbolizaba la seguridad económica y las rosas la calidad de vida. Organizaron una larga huelga y extendieron sus protestas hacia el derecho al voto y el fin del trabajo infantil.
* En marzo de 1911, durante la huelga, 129 trabajadoras murieron quemadas en un incendio en la fábrica Cotton Textile Factory, en Nueva York, donde habían sido encerradas por los dueños de la fábrica para forzarlas a permanecer en el trabajo y no unirse a la huelga.
En 1977 las Naciones Unidas adoptaron una resolución proclamando el 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer para conmemorar estos eventos históricos.
Una canción inglesa conmemora el nacimiento del movimiento obrero de las mujeres. Para todas ellas…
Pan y Rosas
Conforme venimos marchando,
marchando en la belleza del día
un millón de oscurecidas cocinas,
un millón de talleres sin encender
son tocados por la súbita luminosidad
de un sol radiante que estalla
cuando la gente nos escucha cantar
¡Pan y Rosas! ¡Pan y Rosas!
Conforme venimos marchando, marchando
luchamos también por los hombres,
pues son nuestros hijos y nosotras,
nuevamente, sus madres.
Nuestras vidas, del nacimiento hasta el fin,
no se disolverán en sudor.
Los corazones también mueren de inanición,
como mueren nuestros cuerpos.
¡Dennos pan, pero también dennos rosas!
Conforme venimos marchando, marchando
nuestros cantos reflejan el grito angustiado
de un incontable número de mujeres
que murieron demandando pan.
Sus espíritus apesadumbrados supieron del amor,
de la belleza, del arte.
Es verdad, luchamos por el pan.
¡Pero también luchamos por las rosas!
Conforme venimos marchando, marchando
traemos con nosotras días mejores.
Cuando nosotras nos levantamos
se levanta la sociedad entera.
Ya no más división entre quienes trabajan
y quienes tienen derecho al ocio.
Diez muriendo de agotamiento para que uno repose.
Llegó ya el momento de compartir las glorias de la vida:
¡Pan y rosas! ¡Pan y rosas!
James Oppenheim
Nuestras felicitaciones a todas las mujeres del mundo.
d.t.
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