
Mercado de bebés
Los pobres delinquen y van a la cárcel sin más. Un rico famoso delinque y no va ni a juicio, cobra millones por la exclusiva y consigue semanas de debate en la prensa.
Semanas de debate lleva en España el caso de una famosa que ha comprado un bebé en el extranjero, pues en este país es delito. Un tema duro: La compraventa de bebés como mercancías, como un bien de consumo, un capricho, un remedio para la depresión. Y lo hacen mediante una agencia del negocio: Se elige a una joven, la contratan, la preñan, se vigila su gestación, le quitan el bebé al nacer, le pagan y adiós muy buenas. Utilizan eufemismos como “gestación subrogada” y “vientres de alquiler”. ¡Una mujer no es un vientre! ¡Es explotación de madres que gestan niños para otras mujeres por unas monedas!
Un mercado capitalista de tráfico de niños y alquileres de úteros a disposición de quien pueda pagarlos. Un mercado sin límites éticos de trata de personas y de violencia contra menores y sus madres gestantes al servicio de los deseos de personas adineradas. Pese a la prohibición en España, se han registrado más de 2.500 bebés de este tipo en una década.
Desde la dignidad: Comprar gestaciones no es ético. Los bebés no se compran ni se venden. Los úteros no se compran ni se alquilan. Comerciar con el ser humano es una aberración. Sólo no lo es para quien su dinero está por encima de la razón y la biología, de la mente y el cuerpo.
Por cierto, no existe un derecho a tener hijos. Según la biología el amor no siempre es fértil, dos hombres pueden amarse pero no procrear. Así son las cosas.Y el ser humano no se patrimonializa.
Devoción ciega
El pasado 2 de abril, en plena procesión por las calles de Velez-Málaga, salió ardiendo la imagen de la Virgen. Una vela de la candelería prendió la saya y las llamas quemaron un brazo, parte de la cara y el pelo. La virgen no gritó, gritaron las personas devotas de alrededor y algunas corrieron asustadas. Una imagen ni siente ni padece. La virgen no se quemó, los que se quemaron fueron dos cofrades que subieron a apagar el fuego a manotazos hasta conseguir un extintor. Apagado el fuego ocultaron con una manta la Virgen y dieron por terminada la procesión.
Los daños ocasionados a la imagen y su vestimenta son daños materiales. Sólo la devoción ciega personifica y diviniza a las imágenes. La escayola o las tallas de madera no tienen la culpa de ser idolatradas. En Chiclana de la Frontera no lloraron a esa virgen de Velez-Málaga, lloraron a la suya que también se quemó dos días antes, su ‘María Santísima de los Desconsuelos’ nada menos.
La devoción se vuelve ciega y convierte a sus ‘divinas’ imágenes en únicas y verdaderas. Los más beatos terminan haciendo exclusivas y excluyentes a sus efigies de cristos, vírgenes y santos, llegando a enfrentamientos con los seguidores píos de otros iconos. ¡Cuánta ceguera!
Guía de supervivencia
Nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), otro informe y otra alerta para nadie. Así escuchemos cada día quejas por las olas de calor, por la sequía, por la devastación ocasionada por incendios o ciclones, por las carencias alimentarias…
“Muchos de los efectos del cambio climático son ya inevitables o irreversibles, pero aún es posible mitigarlos si se consigue reducir con rapidez las emisiones globales de gases de efecto invernadero”, dice el informe, calificado por Antonio Guterres como ‘guía de supervivencia para la humanidad’.
Hace tiempo se demostró que el cambio climático está provocado exclusivamente por la acción del ser humano, el mismo que ahora mira para otro lado como si no fuera con él. La lentitud de reacción de los países desarrollados es manifiesta. Como si los países ricos pensaran que sufrirán las consecuencias, pero ellos tienen medios para paliar los efectos de estas seguras catástrofes.
Es decir, que sálvese quien pueda, y ya sabemos quiénes pueden más. O sea, que la ‘guía de supervivencia’ no es igual para unos y para otros. El cinismo y la locura sí parecen igualarnos.
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