
Irak, hace 20 años…
Millones de personas se manifestaron en contra de la guerra en todo el mundo. Pero ni las organizaciones internacionales ni los gobiernos europeos osaron condenar la invasión y posterior ocupación. El 20 de marzo de 2003, fuerzas militares de EEUU y Reino Unido, apoyadas por pequeños contingentes de Australia y Polonia, invadieron Irak. Una invasión ilegal, sin la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU. El propósito declarado fue acabar con el régimen hostil de Sadam Hussein (que en ese momento no agredía a nadie) y sus supuestas armas de destrucción masiva. Todos sabían que los argumentos eran falsos. El verdadero argumento nunca se mencionó: el petróleo, que sirvió para costear el billón de dólares de la operación y que pasaría a ser controlado en la posteridad. Lo que no pudo costear el petróleo es a más de un millón de víctimas mortales, la destrucción y desestabilización del país, la miseria y sufrimiento de la población y el caos en Oriente Medio.
A diferencia de Ucrania, entonces los buenos eran los invasores y los malos eran los invadidos. Ahora los malos son los invasores y se apoya y se envían armas a la Ucrania invadida. Qué curioso, los malos cambian, pero los buenos son siempre los mismos.
Otra exhibición de la Banca
Desde principios de año los bancos vienen deslumbrando con sus resultados en 2022. Han batido los récord en beneficios. Decenas de miles de millones. Como también les sucedió a las grandes empresas energéticas y farmacéuticas. Mira que es simple el negocio de la banca: Consiste en tomar dinero barato y prestarlo caro. Bueno, y alguna subidita de comisiones, alguna reducción de sus plantillas de trabajadores, alguna subida de las hipotecas, pagar pocos impuestos, algunas inversiones oscuras y arriesgadas… Aprovechan que no tienen normas que les regulen.
Que suben los tipos de interés…, pues se fastidian la población, los pequeños negocios y los Estados, pero la banca siempre está protegida y tiene asegurada la liquidez por los Bancos Centrales. Todo arreglado.
Que por su mal hacer algún banco cae en quiebra, como Silicon Valley, entonces sale el gobierno del país y le rescata con dinero público. O como el otro caso de quiebra del viejo banco suizo (160 años de historia) Credit Suisse. Por cierto, su currículo no tiene desperdicio: No se controlaron sus inversiones de alto riesgo y grandes pérdidas. Ni se detectaron fraudes millonarios. Prestó miles de millones a empresas vetadas por malas prácticas. Blanqueó dinero proveniente de actividades ilícitas y criminales. Inestabilidad en el equipo directivo por casos de espionaje…
En este mundo tan controlado y regulado no es de recibo que el capital financiero y las grandes multinacionales singan sin normas y sin limitaciones. En los juegos se dice ‘que la banca siempre gana’, pero ¿acaso la vida de las personas y de los pueblos son un juego?
Como a tontos
El gobierno de España autorizó en el primer semestre de 2022 la exportación de material antidisturbios a Marruecos, utilizable contra los inmigrantes, contra la población saharaui y para reprimir a su población.
Pero en ese semestre se negó a Cuba ese mismo material. La razón, dicen, se halla en la cláusula de veto que se aplica por el respeto a los Derechos Humanos.
También se preguntó a la secretaría de Estado confirmación de los envíos de estos materiales a Perú. Pero se negó a contestar por respeto a los intereses comerciales de entidades privadas.
Al parecer, la lista de derechos humanos que utilizan los gobernantes se estira y encoge como los chicles. Para unos sí y para otros no. Es vieja costumbre entre gobiernos tomarnos el pelo a la ciudadanía y tratarnos como a tontitos.
Necesario recordatorio la guerra de Irak y también no olvidar el giro del gobierno español con el Pueblo Saharaui