Quien nombra, llama. Y alguien acude, sin cita previa, sin explicaciones, al lugar donde su nombre, dicho o pensado, lo está llamando. Cuando eso ocurre, uno tiene el derecho de creer que nadie se va del todo mientras no muera la palabra que llamando, llameando, lo trae. (Eduardo Galeano)

«Prohibido pasar»
El 9 de noviembre de 1989, murió el muro de Berlín.
Pero otros muros nacieron para que los invadidos no invadan a los invasores,
para que los africanos no recuperen los salarios que sus esclavos nunca cobraron,
para que los palestinos no regresen a la patria que les robaron,
para que los saharauis no entren en su tierra usurpada,
para que los mexicanos no pisen el inmenso mapa que les comieron.
En el año 2005, el hombre-bala más famoso en los circos del mundo, David Smith, expresó su protesta, a su manera, contra la humillante muralla que separa México de los Estados Unidos. Un enorme cañón lo disparó, y desde las alturas del aire David pudo caer, sano y salvo, del lado prohibido de la frontera.
Él había nacido en los Estados Unidos, pero fue mexicano mientras duró su vuelo. (Los hijos de los días)
El hambre
Un sistema del desvínculo: El buey solo bien se lame.
El prójimo no es tu hermano, ni tu amante. El prójimo es tu competidor, un enemigo, un obstáculo a saltar o una cosa para usar.
El sistema que no da de comer, tampoco da de amar: a muchos condena al hambre de pan y a muchos más condena al hambre de abrazos. (Libro de los abrazos)
Ventana sobre la herencia
Pola Bonilla modelaba barros y niños.
Ella era ceramista de buena mano y maestra de escuela en los campos de Maldonado; y en los
veranos ofrecía a los turistas sus cacharros y chocolate con churros.
Pola adoptó a un negrito nacido en la pobreza, de los muchos que llegan al mundo sin un pan bajo el brazo, y lo crió como hijo.
Cuando ella murió, él ya era hombre crecido y con oficio. Entonces los parientes de Pola le dijeron: —Entra en la casa y llévate lo que quieras.
Él salió con la foto de ella bajo el brazo y se perdió en el camino. (Las palabras andantes)
Peces
¿Señor o señora? ¿O los dos a la vez? ¿O a veces él es ella, y a veces ella es él? En las profundidades de la mar, nunca se sabe.
Los meros, y otros peces, son virtuosos en el arte de cambiar de sexo sin cirugía. Las hembras se vuelven machos y los machos se convierten en hembras con asombrosa facilidad; y nadie es objeto de burla ni acusado de traición a la naturaleza o a la ley de Dios. (Bocas del tiempo)
Mirada Solidaria.es
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