La espera del referéndum del 5 de julio fue como esperar el desenlace de un sorteo.
Para que se hagan una idea, esta espera la hicimos desde un país europeo, donde una ministra declaró “¡Ojo, que las urnas pueden ser peligrosas!” y su presidente de gobierno se refirió al evento griego con una burda definición “una cosa es ser solidario, y otra es serlo a cambio de nada”…”Si gana el NO, Grecia no tiene más alternativa que salirse del euro”. Ya ven el pelaje de algunos miembros del gobierno de la democrática España.
Claro que…asómense a la Unión Europea. ¿Unión? ¿O una casa de dueños ricos que alquila habitaciones a vecinos pobres? Teníamos entendido que Grecia, España, Portugal, Italia…no eran inquilinos, sino dueños de la casa, con el mismo título de propiedad que Alemania o
Francia, como dice Soledad Gallego-Díaz. Pues, parece que no es así.
¿Es posible hacer una mera descripción de hechos, sin ser inmediatamente interrumpidos y silenciados? ¡Hay cantidad de tertulianos, bien pagados, más desvergonzados y falsos que sabios, que ostentan el monopolio de la verdad y de la palabra! Así y todo, intentémoslo.
* Desde la llegada de Syriza al poder en enero de 2015, Grecia sufre una “asfixia económica sin precedentes” por parte de la Troika, con el objetivo de doblegar al Gobierno progresista, elegido precisamente por su programa contra la austeridad terrible que está masacrando injustamente a la población.
* Se iniciaron negociaciones. Estaba claro: Grecia no es capaz de pagar su deuda. Y el dinero de los préstamos va a parar a los bancos, pero no a fortalecer la recuperación.
El objetivo de las negociaciones supuestamente era conseguir un acuerdo viable “que respetara tanto la democracia como las normas europeas” para salir definitivamente de la crisis. Pero el Eurogrupo-BCE-FMI, con criterios puramente económicos y utilizando como único móvil la deuda, exigía más medidas de austeridad, humillantes y desequilibrantes socialmente, muy contrarias a las normas sociales europeas y a los derechos sociales. Con vergonzosa crueldad se han reído de los esfuerzos de Tsipras, a quien quieren ver derrotado y humillado.
* Sólo valen los derechos de los acreedores o prestamistas y no la angustia de un pueblo deudor que está en los huesos. La prepotencia del Eurogrupo lanzó amenazas de expulsión del euro y de la comunidad europea, que terminaron con un ultimátum (“Tenéis dos opciones: os morís para pagarnos, u os matamos para que nos paguéis. Vosotros elegís”), a lo que respondió Tsipras convocando un referéndum el 5 de julio, para que el pueblo decida si acepta las salvajes condiciones. Los griegos no quieren abandonar Europa ni salir del Euro, sólo quieren unas medidas más justas para afrontar una deuda ilegítima y demoledora.
* Y el pueblo griego votó contundentemente NO a las medidas y condiciones del Eurogrupo-BCE-FMI, que están que trinan por la insolencia de ese minúsculo país griego votando NO y la osadía de un pigmeo político como Tsipras. Y trinan, sobre todo, al comprobar que por primera vez el recurso a la amenaza y al miedo no ha dado resultado a la hora de influir en el voto griego.
Otras consideraciones al respecto:
– Si yo fuera griega, votaría no. En primer lugar por orgullo democrático, porque en una democracia, un referéndum nunca debe ser interpretado como una maniobra o una trampa, sino como un sagrado ejercicio de soberanía popular. En segundo lugar por sentido común, porque no se le puede pedir a un enfermo que siga tomando la medicina que le está matando. Es absurdo exigir imposibles y los griegos no pueden pagar su deuda. En tercer lugar, votaría no, porque la inflexibilidad de los acreedores no tiene que ver con el dinero que les debe un país, sino con su interés en perpetuar el gran negocio de la deuda, dice Almudena Grandes.
– Ojalá todo el problema de Grecia fuera Syriza. Ojalá todo el problema de Europa fuera Grecia, dice I. Gabilondo.
– El dinero que Europa ha venido entregando a Grecia desde 2010 no tuvo por objeto salvar a dicho país sino a la banca privada que le había prestado dinero y que corría el riesgo de una bancarrota. Los fondos europeos tan sólo sirvieron para refinanciar la deuda privada y convertirla en deuda pública, dice J.J. Téllez.
– El pueblo griego es un pueblo abandonado en la confusión, que ha perdido su dignidad, que se considera doblemente traicionado: por los sucesivos gobiernos, cuya mala gestión, despilfarro y corrupción han llevado a esta situación, y por Europa que ha sido incapaz de garantizar un verdadero espíritu de solidaridad. Se encuentran atrapados y cada vez más impotentes,…dice Ersi Sotiropoulos.
– La deuda de Grecia debe ser condonada al igual que la de Alemania en 1953, dice N. Chomsky.
– Lo repiten estos días gobernantes, expertos, articulistas, tertulianos: “si te dejan dinero tienes que devolverlo, las deudas son sagradas…” El problema de Grecia, insisten, es que no quiere pagar, y mientras se niegue a pagar sus deudas no habrá acuerdo posible. Pues no, perdonen: lo de que las deudas son sagradas es un mito. La historia económica está llena de impagos de deuda a lo largo de los siglos, dice Isaac Rosa.
– «Pocos países han conseguido lo que ha logrado Grecia en cinco años… Hay que decirlo claramente: en realidad, casi nada de la enorme cantidad de dinero prestada a Grecia ha llegado allí. Ha ido a pagar a los acreedores del sector privado, incluidos los bancos alemanes y franceses», dice Stiglitz.
– Esto de la democracia es un marrón. Con lo tranquilitos que estaban en Europa imponiendo la santa voluntad de la Troika de abaratar la mano de obra y privatizar el sistema social sin preguntar a nadie y ahora vienen los griegos y les joden el invento. No contaban con esto. Contaban con cargarse a Syriza, colocar a un gobierno de marionetas y seguir tan ricamente con sus políticas. La democracia puso en evidencia a la derecha y a los socialdemócratas. Ellos son más de reformar Constituciones sin consulta. Es mucho más difícil pactar, acordar…, dice J. Gallego.
– Como indica el informe preliminar del Comité para la Verdad sobre la Deuda Pública griega, varios argumentos legales permiten a un Estado repudiar unilateralmente su deuda ilegal, odiosa e ilegítima. Como es el caso griego. La dignidad de la gente vale más, dice Eric Toussaint.
– Por cierto, a Grecia se le prometió ya en 2012 que si hacía los deberes se reestructuraría su deuda y podría permanecer en el euro. Y después del mayor ajuste de gasto público de la historia, después de perder el 27% de su PIB, después de que la troika fallase estrepitosamente en todos sus cálculos sobre las consecuencias que provocarían sus recortes, ese compromiso sigue sin llegar, dice I. Escolar.
Por si desean leerlo:
Discurso íntegro del primer ministro de Grecia anunciado el referéndum
Y ahora a seguir escuchando sentencias y doctrinas de los ilustres gobernantes europeos y sus voceros. A seguir con la expectación. El dedo de Alemania se mantiene en horizontal. Ha dicho que las propuestas de Atenas “no son suficientes” para un tercer rescate. En el pasado los referéndums de las naciones europeas se ignoraban, ahora se castigan. Toca esperar supremas resoluciones. ¿Pero por qué esperar con respeto…?
Mirada Solidaria.es
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